Read this in your language :)

lunes, 7 de julio de 2014

El comienzo. (QMOYQMQ¿TDE?)

«Hay gente que se queja de que sus días parecen años; yo me quejo de que mis años contigo parecen días»



Viniste sin esperarlo, dudé entre si me ibas a gustar o no. Y no hablo de atracción sexual, hablo de caerme bien, encajar, y esto me dio miedo, ¿te explico por qué?

Tengo un don, siempre sé cómo es alguien nada más conocerlo: su carácter, su temperamento, su personalidad, lo que sucederá más adelante… todo. Es como algo que se me activa dentro que nunca me ha fallado, siempre ha acertado.

Pero contigo no sabía nada, absolutamente nada. Te presentaste y me diste la mano. Ya, distancia, demasiado formal, pero eso no encajaba para nada con tu forma de vestir holguera, ni con tú balón, ni con la forma en apoyar tu pie en él doblando la rodilla.

Me desconcertaste, en 5 segundos, y eso me llamaba la atención, quería seguir sabiendo de ti. Te pregunté si era sólo afición o algo serio.

–Entreno todos los días —me contestaste.
–¿Te gusta o te obligan? —repliqué intentando resolver mi duda.
–Soy bueno.

No sabía si no me habías entendido la pregunta o te estabas quedando conmigo. Aunque sinceramente, la última opción me gustaba, en sentido literal, está claro.







No hay comentarios:

Publicar un comentario